martes, 8 de noviembre de 2011

Mundo spinetta

Hace ya una pila de años, y parece que fue ayer. Las buenas cosas perduran en la memoria con sabores, olores y hasta con sonidos.
Córdoba, creo que corría el año 91. Tocaba el Flaco Spinetta en Atenas (en esa época, reducto rockero reservado para los grandes). Yo, recién llegado a la docta, no podía creer que iba a poder ver al flaco en vivo. Recuerdo la entrada color celeste, segunda fila al medio, al precio de tres entradas de boliche. Nadie que me acompañe (la mayoría de mis amigos no eran muy fanas del flaco), así que enfilé solo a atenas tipo 5 de la tarde. LLego, fila interminable para la popu, yo con segunda fila fuí temprano al pedo, pero me mataba la ansiedad. Primero en la cola de preferencial...Y a la espera de escuchar algún sonido, ver al flaco, al mono fontana, a alguien!!!Y nada, no había sonido premonitorio, sólo los pibes en la cola cantando alguna del flaco o al mejor estilo futbolero..."charly se la come, el flaco se la dá"...Mucho hippie, pelos largos, chalecos tejidos...Un ambiente inigualable. Hasta el aroma verdoso y dulzón en el aire...Faltaba la música, la prueba de sonido, la llegada de los plomos, de los músicos. Nada. "El flaco tuvo un accidente" "Volcó el camión con los equipos" "suspenden porque no le pagaron al flaco" y no sé cuantas cosas más que empezaban a circular de boca en boca. Yo, firme en la puerta-portón de atenas. De repente, se abre el portón, Nadie. Literalmente. Nadie. Me meto. Pegados al escenario, el tecladista y el baterista de la banda "el sueño americano" (banda cordobesa de muy buen pop), junto con una que otra "chichisona", dos o tres plomos sentados en el escenario, vacío, sin nada arriba...Y ahí me entero: venía un camión de baires (como se decía en esa época) cargado con todos los equipos del flaco, y se prendió fuego...Parece que hubo un problema atrás, en la caja, y cuando lo detectaron ya era tarde...Al rato, aparece alguien con pinta de productor y dice "ya vienen los equipos de la mona, el flaco vá a tocar". Y a los cinco minutos empiezan a bajar folden, twitters, cajas y más cajas, luces...y yo, a esta altura , ya era re amigo de los locos del sueño americano, sentados sin poder creer de lo que éramos testigos. Cae la mona. La mona Giménez. Habla con un pibe que parece ser crew del flaco. Al rato, aparece una batería, equipos de bajo, dos de viola, y tres teclados. Empieza a entrar la gente. Era la una de la mañana. Aparece arriba del escenario el mono fontana, junto con el tecladista de la mona, quien le muestra los teclados (se pasan como 10 minutos, el loco hablando, el mono anotando...) Se asoma Guillermo Arron y Machi, (Guitarrista y bajista respectivamente), toquetean cada uno el equipo que les habían prestado. Fontana hace una seña. Se apagan las luces. Sin haber probado sonido, largan. La silueta del Flaco que aparece por detrás de Arron, saluda a Jota Moreli, cabecea al Mono...y no puedo creer lo que está pasando. Son las dos de la mañana. Empieza el show...pero eso es otra historia...

viernes, 22 de julio de 2011

Tocar fondo

El tipo se despertó, como cualquier otro día de su vida. La clásica rutina del despertador, el espejo del baño, sacar el auto de la cochera, irse...Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que se le pasó por la cabeza salir de su casa, poner primera, y al llegar a la esquina, en vez de seguir derecho doblar, agarrar la ruta y seguir hasta donde decida el destino. Pero éso era solamente eso, un ardid para mantener la cabeza alerta ("mirá que si me canso me voy a la mierda..."). Y esa mañana era distinta. No como para doblar en la esquina, pero sí como para cambiar de rumbo. Dejar el pucho, empezar el gym, acostarse temprano, leer a Murakami,escuchar Bach...O escarbar hasta encontrar donde parar.
Y se dio cuenta que estaba en el fondo. No por lo malo de la situación, sino por la soledad circundante. Solo, en medio de una multitud. Solo, buscando más soledad que en la soledad misma. Y es que esto no era de ahora. Se transformó, años atrás, en una rueda, en un círculo, en un ir y venir por los mismos caminos, las mismas sendas, los mismos cuerpos, la misma piel. Y no hay cosa peor que reincidir en ser uno mismo siempre.
Y esa mañana llegó al trabajo, y como de costumbre saludó al guardia del edificio, prendió la máquina de café, prendió la compu, la estufa y se sentó en el escritorio a esperar...Y nada cambiaba, nadie golpeaba la puerta de su oficina trayendo la solución. Ni tampoco sonó el celular anunciando nada. "Ésto depende de vos, loco". Y así fué. Tenía que ser de esa manera. Decidir, de una vez por todas, que caminos cortar, que puertas cerrar, que gente echar. Echar de su vida, de sus recuerdos, de su pasado, para poder vivir el presente. Cerrar la puerta de lo que pudo ser y no fué, cerrar esas puertas que invitan a no volver nunca al presente. Olvidarse de los caminos que podría haber andado, y que no.
Y no estaba tan mal. Un poco triste, por lo pasado, por lo vivido, por lo que tenía que olvidar. Pero el café tuvo un gusto distinto, y Herbie sonó mejor que otras mañanas, y el sol que entró por la ventana pareció un abrazo de bienvenida...Alguna vez publicaría sus planteos, pero daba para otra mañana...
El tipo se despertó, como cualquier otro día de su vida. Sólo que esta vez, al llegar a la esquina, no tuvo que pensar en doblar...

martes, 12 de julio de 2011

Córdoba

No soy de aquí, ni soy de allá...cantaba Cabral hace ya varios años. Y ese no ser de ningún lado y a la vez sentirse parte de todos los lugares donde pasamos me crea toda una cuestión de identificación errática. Porque, en el fondo, siempre anhelamos el lugar donde no estamos, por definición.
Y es que en Córdoba fui feliz. Terriblemente feliz. Salvajemente feliz. Y lo soy en San Juan. Pero vamos por parte...
Córdoba es una gran ciudad con un río a 10 minutos. Se mezcla la vorágine del reloj adelantado 10 minutos con el chiste fácil del tachero y las mujeres más lindas de la tierra. Y es un anecdotario permanente, porque alguien que vivió alguna vez en córdoba no puede no tener una anécdota para contar. Y más si te pasaste 10 años tocando en cuanto bar, fiesta o boliche que hubiese por ahí. Y si a eso le sumamos la facultad de medicina, los hospitales, el sanatorio y los amigos, chau, cartón lleno. Una vida en Córdoba. un mundo hecho a medida. Pero a veces los afectos tiran, y cómo tiran. Y volví. ¿Volví?
Y ahora resulta que por esas volteretas de la vida, me toca viajar seguido a Córdoba. Y vuelvo a encontrar los mismos lugares, otros no tan iguales. Y otros que ya no están. Lo que sigue estando es la ciudad, esa ciudad que me vió alegre, triste, desconsolado, eufórico, atormentado, pletórico...Y llegás y te sentís "en casa". Volviste. Y te metés a un bar, a lo mejor tenés la suerte de que en la radio pasen algún tema que te transporte y ¡Listo! Volviste. Y tenés los cospeles en el bolsillo, te subís al primer bondi, bajás en cañada, y te sentás al borde a nada, a ver pasar los autos, la gente, las "chichices", y no se te ocurre nada más que decir "la puta, como amo esta ciudad". Y es que vivir en un lugar te hace ser de allá o de acá. Y encontrás el amor, te dejás cuidar, te soltás y vivís. Y te vas, y cuando volvés, te das cuenta que ese se transformó en tu lugar.
La música, el arte, la gente, el campo, la idiosincracia, la ciencia. Todo en una. Y al mismo precio.
Jode estar lejos e instalado. Aunque pensándolo bien, nunca me terminé de ir.

sábado, 29 de enero de 2011

¿Que escuchás?

¿Qué hace que nos guste un artista, un tipo de música, una canción en particular? Tantas noches de desvelos, escuchando cuanta cosa había cerca, tratando de tener algo, sin saber que...y escuchar hasta el hartazgo una canción, o un pedazo de ella, un arreglo que nos vuela la cabeza, o un timbre de voz que acrecienta el desvelo. Yo no puedo vivir sin música. No concibo la realidad sin música. Sería demasiado. Pero mil veces me he preguntado de donde vienen nuestros gustos musicales. Y eso es lo que no cabe. Tal vez me planteo esto porque van cambiando los gustos, las preferencias, aunque los discos de cabecera siguen estando ahí. Y, como un ritual necesario, único, irreemplazable, cada tanto me siento a escuchar plenamente esos discos. ¿Que hizo quien hizo esos discos para hacer que yo adopte su obra como de cabecera? ¿Es simplemente tocar y si te gusta comprás o hay algo más? Ese es el tema. Estoy convencido que hay algo más. Porque sino, no existirían los Hendrix, los Clapton, los Beatles, y serían todos iguales. Y todos sonarían iguales. Y si yo me comprase una gibson, me pinto de negro, engordo varios kg y me la paso tocando la viola, tendría que , a la larga, tocar como BB King. Y no es así. Nunca lo será. Porque BB King es único. Podés tocar blues, rock, folk, jazz, lo que sea. Y podés ser tan virtuoso como Chick Corea en el piano, pero eso no te garantiza que vayas a llegar a los mismos lugares donde llegó Corea.
Hay tipos que amo verlos en vivo. Y hay tipos que amo escuchar sus discos. Ni en pedo los veo en vivo, porque los ví y me decepcionaron. Spinetta en vivo es un vuelo constante, te agarra y te lleva y te trae y te suelta y te agarra y te vas a tu casa con una sensación de que está todo bien, porque viste y escuchaste algo único. Me pasó con algunos "astros" argentinos trotamundos de una punta a la otra del país, zurdos con bolsillo a la derecha, agarrados de productores iluminados que, en vivo, dan pena. Claro, los arregladores no puede subir a escena, te prestan el talento pero solo para la grabación. Después andá y defendé lo que grabaste. Difícil, no?
Pero bueno. ¿Que hace que nos guste algo en especial? Insisto. Hay algo más. No es solo un monton de notas que van y vienen. Es la forma de interpretar, el feeling para componer, el momento en que lo hicieron. Cada tema debería venir con un explicativo de sus orígenes. Sería interesante, por ejemplo, saber en que situación Peter Gabriel compuso "don't give up", o como nació "One" de los U2. Son ejemplos.
Chau. me voy a escuchar el último de Elton John con Leon Rusell.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Todo tiempo pasado ¿fue mejor?

Y esto es un tetris, fichas más, fichas menos, pero algo así es. Vamos acomodando lo que cae, lo que toca, y bajando escalones hasta...que? ¿Alguien ganó al tetris, llegó hasta el nivel más alto alcanzable? No conozco a nadie. Y no mientan. No tiene última etapa.
Y tenemos todo acomodado, en orden, casi a punto de filmar un comercial de vívere. Y nunca falta el recuerdo inoportuno, la canción descolgada de la radio, el comentario de algún amigote despechado y chau orden. A la mierda. Se acabó la hombría de bien, eso de que los hombres no lloran, se acabó la guía interactiva de los machos sin memoria, y de repente sobreviene el anarquismo sentimental. ¿Nunca te pasó? Suerte para vos, o no, pero es todo un tema. Sea novia, ex esposa, ex amante, ex compañera de banco, ese puto tema de la radio te la trajo de un mechón y te la sentó en la falda. Y la extrañás. Como un pelotudo la extrañás. Como si en ese sentimiento se te fuese la vida misma. Y no hay tristeza más grande. Y uno enpieza a acordarse de. Y se olvida de. Y recuerda a. Y llega un momento en que conviene estar solo, por la ensalada de nombres revoloteando.
Y ese tiempo pasado...fué mejor? Creo que depende. Del presente, obvio. Si tenemos un presente bárbaro, entonces está todo bien. Pero, por lo general estos ataques lo agarran a uno con las defensas bajas y las hormonas altas...y con un presente deprimente. Y todo tiempo pasado se vuelve mejor, porque fui feliz, porque salió todo bien aunque haya salido mal (memoria selectiva del macho sin memoria), y entonces sonamos. Sí. Todo tiempo pasado fue mejor. Porque nos permite recordar. Y no hay nada más lindo que recordar, colgarse de ese mechón, de esos ojos, de esos momentos, de esa canción...
Por eso es mejor. O será nomás porque fuimos felices...

sábado, 18 de diciembre de 2010

Sintonía, por favor!!!!!!!!

¿Qué carajo me quisiste decir??? Pasa, no? Eso que te digan algo que no tiene un carajo que ver con nada, y te lo mandan como si se tratase de una "verdad de perogrullo", la "absolut true", la palabra divina...Serios, inmutables, con cara de haber encontrado la cura del cancer... Y resulta que no es más que una forma de zafar de una realidad más que imposible de mantener, una realidad tan alejada de la misma que no hace falta tratar de ocultarla..se oculta tras del sol, de la luna o simplemente diciendo"naaaaaaa, bolu, no existe".
A ver...¿Nunca te dejaron? Lástima, se aprende mucho cuando alguien te deja. En un principio, te sentís como un pichicho que se lo olvidó la mudanza. Y te sentís mal, la pasás mal. Y resulta que, después de pasarla mal un tiempo, de repente sale el sol y te preguntás "¿y yo la pasé mal por esto???" Y te sentís un boludo, porque no valía la pena sentirse "taaaaaann" mal por esa gilada. Pero en ese momento era lo peor que te podía pasar. Pero lo bueno es que la próxima vez no te vas a sentir tan mal. Bah, en realidad no te vas a sentir mal ni ahí. Aprendiste. Sintonizaste. Entendiste de que se trataba. "No sos vos, soy yo"...No, ni en pedo. "No soy yo, sos Vos"!!! Y se acaban los problemas, los enigmas existenciales, y la vida sonríe, y hasta podés encontrarte escuchando a ABBA y encima...¡¡¡Te gusta!!!
Da para escribir enciclopedias sobre gente que tiene la puta costumbre de echarle la culpa a los demás de sus penurias, de sus histerias, de sus amarguras, de sus malos matrimonios, de sus malos laburos, de su caos interior... Nada mejor, para esa gente y su entorno, que "sintonizar" de la mejor manera con su mundo exterior y darse cuenta. Desear no es lo mismo que extrañar. No se extraña lo que no se ha tenido. Eso se desea. No se cierra una puerta si nuca se abrió. No se deja para mañana lo que es imperioso hacerlo hoy. Si no, no es imperioso.
Sintonizo. Escucho. Leo. Entiendo. No soy yo. SOS VOS.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Estar solo

¿Qué se entiende por estar solo? ¿Estar en una isla, tipo Robinson, o deambular por el sahara, o simplemente estar solo, a pesar de? Se puede estar solo y a la vez estar rodeado o "amontonado" con gente encima. Se puede sentir la más absoluta soledad en la paradoja más incomprensible: rodeado de gente que se empecina por no dejarte estar solo. Y es que uno a veces necesita esa soledad, ese toque de queda de lo social, ese "pido gancho" de las buenas costumbres. Y realmente dan ganas de mandar a la mierda a quien se nos acerque, sea quien sea. Porque la soledad bien entendida está buena. Digo bien entendida significa que aparece cuano queremos estar solos, en vez de estar contestando preguntas absurdas todo el tiempo.
Esta noche estuve solo. Rodeado de gente, casi 800 personas, pero solo. Y necesitaba estarlo. Sea por lo que sea, a veces necesitamos estar solos. Para pensar, para vivir ciertas cosas, para no pensar, para dejarnos llevar, para disfrutar, o simplemente para amargarnos a gusto y placer. Estuve solo porque necesitaba estar solo. Solo para pensar, solo para disfrutar, para escuchar, para dejar de pensar y para extrañar también. Contexto. Recital. Mucha gente. Onda "intimista", artista con ganas de cantar, se encuentra con la gente en el cuarto tema y ahí todo cambia. Y ahí decido quedarme solo. A pensar, a extrañar, etc...Y me meto en lo que expresa el artista, y es un vagón de emociones y sentimientos..."ya me estoy acomodando...en este espacio del tiempo" canta, y ninguna frase podría haberme caído mejor. Estoy solo, pero ente 800 personas y un ruido a gente bastante notable. Es mágico.
Hay momentos que requieren que uno esté solo. Para disfrutarlos. Eso fue hoy.