lunes, 6 de junio de 2016

El paria

Se despierta temprano. Y hace tiempo que no usa despertador. "El reloj biológico", repite casi como una muletilla todas las mañanas al ver las 6:30 en el celular. Baño, ducha, café, lectura rápida de todos los diarios por internet. Ascensor. Calle. Auto. Trabajo. Laburo. Almuerzo. Más laburo. Salida. Depto. Café. Música. Cortos, zapas y a trotar. Vuelta al depto. Baño, ducha. Cena. Noticiero. Peli. Cama. Silencio. Absoluto. Pone música para cortar un poco tanto silencio. Y piensa. Piensa mucho. "Menos mal que no es domingo hoy", se jacta. Chequea el celular. Ninguna llamada. Un par de whatsapp. Nada importante. Lee. Ya las 3 de la mañana. Apaga la luz. Piensa a oscuras. Se duerme. Se despierta temprano. Baño, ducha, café, lectura rápida de todos los diarios por internet. Ascensor. Calle. Auto. Trabajo. Laburo. Almuerzo. Más laburo. Salida. Depto. Café. Música. Cortos, zapas y a trotar. Vuelta al depto. Baño, ducha. Chequea el celular. Ninguna llamada. Un par de whatsapp. "Hola, como estás?... Si, acá estoy...todo bien...ah, no podés?...si, es lógico, bueno...chau". Baño, ducha. Cena. Noticiero. Peli. Cama. Chequea el celular. Y el facebook. Y twitter. Silencio. Nada. Soledad o vacío? Da igual..."Vas a ver...en la cancha se ven los pingos...no es fácil...pero si es lo que vos querés..." Suena el celular. "hola...sí...dale...voy para allá" Baño. Ducha. Sale. Ascensor. Pizza con amigo. Mismas condiciones. "Ya vas a ver como son los domingos...duran una eternidad..." Auto. Depto. Silencio absoluto. Vacío o soledad? Y que importa? Da igual. "no seas boludo. Buscate una minita, si total mientras tu mujer no se entere está todo bien, y la vas careteando"...Y no quiere eso. Este vacío o soledad o como se llame es lo más sincero que hizo en los últimos años. Y es una mierda, pero es una mierda sincera, desgarradora, tajante, pero que sale desde lo más profundo de su ser. Caras. Más caras. Máscaras. Y estar ahí y no querer estar. Ni tampoco allá. Y entonces aparece una marquesina. En su cabeza. Obvio. Sólo para él. Y en esa marquesina se lee una palabra que, de una vez por todas, toma sentido. Paria. Demasiado solo como para sentirse abandonado. Demasiado silencio como para pelearlo con una canción. Demasiado todo. Sensaciones. Angustias. Miedos. Fobias. Letras. Melodìas. Todo sobra. Y todo falta. Y un camino que parece dibujarse entre la ducha y el cafè de las mañanas. A lo mejor hoy es distinto. Baño. Ducha. Cafè. Sale. Ascensor. Trabajo. Laburo. Salida. Depto. Mâs cafè. Màs mùsica. Off. Silencio. Vacìo o soledad. Da igual. Para la cabeza, el alma o el corazòn da lo mismo. Algo hay que hacer...

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