miércoles, 28 de abril de 2010

A ver...empecemos!!

Siempre cuando uno tiene cosas muy desordenadas (sea casa, oficina, consultorio, vida o relaciones), en algún momento se plantea ordenar el quilombo, o al menos intentarlo. Y acá aparece el primer peldaño en la larga escalera que lleva al orden...Hay que empezar en algún momento. Y cuando el laburo es engorroso, aparecen como por arte de magia miles de excusas que no nos permiten empezar con la tarea en cuestión. Porque si ordenar fuese divertido, estaría en una lista de hobbies, o en algun club como parte de las actividades a realizar en el predio, o simplemente no tendríamos que ponernos en la "tarea de ordenar". Hasta probablemente invitaríamos amigos a disfrutar de esa divertida faena. Pero no es así. Cuando nos disponemos a ordenar, es porque ya el caos sobrepasa nuestros límites de cordura, exponiéndonos a perder nuestro estado de pertenencia de nuestras cosas por desconocimiento de las mismas debido al desorden mismo. Y entonces aparece la primer pregunta ¿Porqué es necesario el orden? ¿En que nos ayuda?
Creo que el orden hace que tengamos todo a la vista, y nos hace saber donde estamos parados. Esto vá acá, aquello allá, y todos felices. Pero el orden no es lo mismo para mi que para vos. El orden es un tipo, que se yo, bastante...subjetivo, no? Personalidad múltiple el orden, eh? A veces simula que está, pero no es tan así.
Está bueno ser ordenado; aunque también puede transformarse en una obsesión (depende del grado de orden que uno necesite). Veremos.
Sorry, me tengo que ir a ordenar un par de cosas. Bye bye

2 comentarios:

  1. y si , el azar quizo que yo sea el primero en comentar, aplausos a la iniciativa!quiero ver lo que junta. Abrazo .Facundo

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  2. Estimado amigo, le deseo mucho éxito en su nuevo proyecto de blog. Eso sí, hay que ir cuidándolo porque con el tiempo se desordena y pasa a ser una parva de textos sueltos... ;-)
    (yo se lo que te dijo...)

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